Air Jordan.

6 de Febrero del 1988 United center de Chicago.

All Star Weekend de la NBA, mas específicamente el concurso de hundidas.

en él participan dos viejos conocidos.

Por un lado Dominique Wilkins potente alero de los Atlanta Hawks con una tremenda capacidad para atacar el aro, tenía un juego avasallante, dominante, una verdadera estrella que supo brillar con luz propia durante toda su carrera en la NBA.

Por otra parte el conocido por todos "Su Majestad" Michael Jordan, campeón de este concurso en el año 1987 y derrotado por Wilkins en su año de novato en 1985.

Que podemos agregar del mejor jugador que dio este deporte, ganador de 6 anillos de la NBA, dos veces campeón olímpico, múltiples veces MVP de la temporada y también MVP en las finales, diez veces ganó el premio al máximo anotador, un jugador completo en todas las facetas, sin dudas un líder y alguien destinado al éxito deportivo.

en esta oportunidad se enfrentan la potencia extrema de Wilkins y la estética de Jordan.

El duelo es fantástico y ambos llegan a la ronda final.

El cuadro de participantes se completó con otros excelentes deportistas y figuras de la liga en ese momento como Clyde Drexler, un exquisito escolta de los Trail Blazers de Portland, Jerome Kersey Alero del mismo equipo. también formaron parte Greg Anderson, ala-pívot de los San Antonio Spurs y Spud Webb base y compañero de Wilkins en los Hawks, ganador del concurso en 1986 y con la curiosidad de ser el más bajo en la historia en conquistar el premio (1.68 cms)

La hundida que lleva a Jordan a un momento memorable en la historia quedó inmortalizada por el fotógrafo texano Walter Iooss, dedicó casi toda su carrera a los deportes y lo hizo para la revista Sports Ilustrated (mencionada antes en este blog) y cubrió varios deportes.

Walter Habló unas horas antes con Michael Jordan, le pidió si le podía señalar antes de correr hacia el aro para que lado se dirigiría. Jordan un poco sorprendido accedió al pedido, walter estuvo un poco nervioso pensando en que capaz Michael se olvidara del asunto, pero eso se disipó cuando le tocó el turno. Jordan le marcó en cada hundida tocando una de sus rodillas para que el fotógrafo se diera cuenta para que lado sería la volcada.

Sabiendo esto, Iooss se colocó justo en la posición contraria, al lado derecho del poste de la canasta, para que pudiera capturar con su cámara todos los gestos de Jordan, en el momento de alzarse por los aires. 

"Siempre fue a la izquierda en cada volcada... la penúltima vez cayó sobre mí y me pidió que me hiciera un poco más hacia el otro lado, así le daba un poco más de espacio", recordó el fotógrafo con nostalgia. 

Uno ve a Jordan y ve un ícono del deporte, un ganador nato, alguien que vive para el deporte. Pero también ve lo que una persona con grandeza y humildad hace, en un mundo tan frívolo como el del deporte de Elite donde se "endiosa" a los jugadores más destacados y estos se tornan casi inalcanzables para los fanáticos y las personas de a pie vemos claras excepciones como esta o tantas otras, Michael Jordan no solo tomó en cuenta lo que el fotógrafo le pidió sino que el Jugador más impresionante que tuvo en básquet, en el momento de mayor concentración, de mayor foco, de mayor tensión se abstrajo de todo eso y cooperó con Walter señalando hacia qué lado debía ubicarse.

Qué gran gesto!

La fotografía, es la de la última hundida, la que le dio su segundo torneo de hundidas, la que significó otro premio en su carrera, la que le dio en sus comienzos de carrera la madera para ser Leyenda.

Jordan tomó carrera y saltó desde la línea de tiros libres, aproximadamente a unos 4,60 metros del canasto.

En un salto memorable alcanzó el metro veinte de altura (1.20 cms) la línea de sus ojos llegó a estar sobre la línea del aro.

Walter pudo tomar esta fotografía y ser de aquellos pocos que han tomado historia a través de los lentes de sus cámaras.

Hasta la próxima.